Uno de cada cuatro trabajadores está en paro. El dato es redondo, contundente, frío. Muy frío. Y, en cambio, también es muy elocuente. Habla por sí mismo de cual es el principal problema que padece España. Eso se corroboró, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INE) dio a conocer que el desempleo siguió subiendo. Llegó al 25,02%. Un nuevo hito histórico de la crisis, como los 5,778 millones de parados. Este dato, otro lado de un prisma muy complejo, no es tan frío, está lleno de caras.
Los expedientes de regulación de empleo crecen de forma incesante desde que se aprobó la reforma laboral y con ellos el número de trabajadores afectados.Hasta agosto, último mes con datos disponibles, los empleados que han sufrido un ERE ha subido hasta casi los 300.000, un 53% más que el año anterior. La combinación de la reforma laboral y el regreso de la recesión siguen haciendo mella en el ya muy deteriorado mercado laboral español.
La crisis hace estragos en las clases medias y el número de los considerados "oficialmente" pobres no para de crecer. Más del 20% de la población española vive por debajo del umbral de riesgo de pobreza.
El segundo trimestre de 2012 ha marcado un nuevo récord de desahucios de viviendas y locales dictados por los juzgados españoles, con un total de 47.943, lo que arroja una media diaria de 526 desalojos forzosos entre el 1 de abril y el 30 de junio, según los datos oficiales publicados por el Consejo General del Poder Judicial.
El número de españoles que tomó la opción de emigrar en los primeros nueve meses ha aumentado un 21,6 por ciento durante los primeros nueves meses del año en comparación con el mismo periodo del año pasado, según las estimaciones de población actual difundidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Desde enero de 2012 han emigrado casi 1 millón de personas de España.
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