El número de familias españolas se enfrentan al desahucio sigue aumentando a un ritmo vertiginoso - cientos al día, dicen defensores de la vivienda. El problema se ha vuelto tan agudo que el primer ministro Mariano Rajoy se ha comprometido a anunciar medidas de emergencia el lunes, a pesar de lo que puede ser aún no está claro.
Mientras que algunos son capaces de vivir con miembros de la familia, cada vez más, al igual que los Rodríguez, no tienen esa opción. Sus familiares no están en condiciones mejores de lo que son, y España tiene prácticamente ningún sistema de refugios de emergencia para las familias.
Para algunos, la presión ha sido demasiado difícil de soportar. En las últimas semanas, un hombre de 53 años de edad, se ahorcó en Granada apenas unas horas antes de que él iba a ser desalojado, y una mujer de 53 años que vive en Bilbao saltó a su muerte como funcionarios de la corte llegó a su puerta.
Sin embargo, al mismo tiempo, el país está salpicado de viviendas vacías de todo tipo, tal vez hasta dos millones de unidades, según algunas estimaciones. Los expertos dicen que más y más de los desalojados - que se enfrentan a toda una vida de la deuda y un sistema de listas negras que hace que sea prácticamente imposible que puedan alquilar - están tomando cada vez más propiedades vacías o regresando a sus antiguos hogares después de que hayan sido incautados.
A veces los vecinos reportar dichas actividades. Pero a menudo, dicen los expertos, no es así. Es una existencia temporal y ansioso a menudo. Sin embargo, muchos no ven otra alternativa.
Los Rodríguez se atrasó en sus pagos tratando de ayudar a sus hijas, que ambos perdieron sus empleos y tienen tres hijos entre ellos. Sus hijas habían ido a vivir con ellos después de haber sido ellos mismos desalojados. "No podía dejar que mis hijos y mis nietos morir de hambre", dijo la señora López, quien trabajaba como limpiadora en una residencia de ancianos.Continua leyendo.>>>
Galería de fotos The New York Times
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