Paterna ha liderado la búsqueda de empleo en el extranjero para sus desempleados. A través de una consultora, ha logrado encontrar trabajo para cinco soldadores que trabajan desde agosto en obras de Alemania y Bélgica. La oferta inicial era para 20 desempleados, pero la falta de cualificación „se exigía tener superada la homologación como soldador de acuerdo a la normativa reguladora„ ha hecho que, de momento, sean cinco los que han encontrado trabajo en obras fuera de la Comunitat Valenciana.
Casi 60 personas desempleadas se presentaron a las entrevistas a principios de julio„incluso había candidatos de otros pueblos„, pero sólo 19 estaban cualificados, aunque no todos tenían el curso de homologación al requerirse una fuerte especialización. Ocho aspirantes se presentaron al examen de soldadura, de los cuales tres lo aprobaron y cinco están pendientes de volver a presentarse si aún quieren poder acceder a empleos en Alemania.
El ayuntamiento les pagó un curso de alemán de cien horas para que tuvieran unas nociones básicas del idioma. El 13 de agosto salieron los tres primeros hacia Alemania con un contrato asegurado, y el pasado 25 septiembre otras 2 personas más partieron hacia Amberes.
Los salarios son de 1.700 euros brutos al mes, a los que hay que añadir 600 euros en dietas, horas extraordinarias al margen. La empresa contratista puso la vivienda para los alojados en la localidad alemana de Bochum.
Pero no todos están contentos con lo que se han encontrado. Jean Marc, uno de los soldadores que viajó a Alemania, regresó hace unos días porque ha considerado un «engaño» la contratación al «hacernos firmar un contrato basura». Este contratado, que hablaba alemán, cuenta que primero les mandaron a Ludwigshafen para trabajar en una química y no pudieron hacerlo porque el jefe no quería que más de dos empleados no supieran alemán. «Tenían prisa en que nos fuéramos, pero luego estuvimos una semana sin trabajar y ni nos llamaron», dice para añadir que luego se desplazaron a Bochum a trabajar en la instalación de calefacción en una torre pública. Jean Marc regresó a Paterna a finales de septiembre porque descubrió que no se respetaba lo que habían acordado, al «no garantizarnos que tendríamos una semana de vacaciones después de seis de trabajo, y porque unas horas nos pagaban a 13 euros y otras a 8,5 euros, además de equivocarse en el pago de las dietas. Y la semana que perdimos sin trabajar no nos la han pagado».
Publicado Levante-emv
Noticias relacionadas:
EL AYUNTAMIENTO GESTIONA UNA OFERTA DE TRABAJO PARA SOLDADORES PROFESIONALES EN ALEMANIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario