Fuentes del consistorio han negado que exista ninguna estrategia dilatoria, y han indicado que el expediente se encuentra ahora mismo en la Conselleria de Presidencia, y que el Ayuntamiento está a la espera de que se le indique si puede autorizar o no la exhumación.
El caso que se estudia es el de José Celda, un vecino de Massamagrell que fue fusilado en el paredón de Paterna y enterrado junto a otros catorce ajusticiados.
Según ha relatado Alonso y su hija Josefa, se tiene constancia de que está enterrado en una fosa común en la que podría haber más de 250 cuerpos, pero también de que se encuentra en la parte superior de la misma y de que fue enterrado junto a una botella de cristal con su nombre para facilitar la identificación posterior.
"Su hermana le dio una propina al enterrador para que lo enterrase en la parte superior, colocase la botella y permitiese que se le cortase un mechón de pelo al cadáver", ha relatado su hija Josefa, de 78 años.
Este mechón podría servir para identificar los restos óseos mediante una prueba de ADN, según el grupo de Memoria Histórica.
Las quejas de los familiares vienen motivadas porque el Ayuntamiento de Paterna ha sacado a exposición pública el informe de la exhumación hasta en tres ocasiones.
Este es un paso preceptivo para que los posibles interesados -familiares cuyos antepasados están enterrados en la misma fosa- pueda presentar alegaciones.
Según fuentes del Ayuntamiento de Paterna, se ha vuelto a someter a exposición pública porque el arqueólogo municipal hizo un informe en el que advertía de la posible presencia de más cuerpos en la fosa de los inicialmente contemplado. Continua leyendo...
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